Excursión inolvidable a las islas de Or
Esta mañana, rumbo a mar abierto. Ves a explorar la más familiar de las islas de Or: Porquerolles, situada frente a la península de Giens, en Hyères.
Un desayuno rápido, las mochilas listas: bañadores, toallas, pícnic, crema solar, sombrero, chanclas y zapatillas, gafas, tubo y cámara de fotos. Todo el mundo está preparado y emocionado pE vivir esta escapada en barco.
Para llegar al puerto de embarque, tienes varias opciones:
- Cavalaire, el puerto más cercano al camping: podrás dormir un poco más y darás prioridad al barco respecto al coche. Nuestro colaborador Vedettes Îles d’Or ofrece ventajas a los veraneantes del camping: ves a la Paillote Info para reservar tus plazas ¡a precios ventajosos!
Travesía en barco: alrededor de 1.45 h. Primeras salidas: hacia las 9 h. Último regreso: hacia las 17 h. - La Tour Fondue à Hyères, el puerto más cercano a la isla: embarcar desde Hyères tiene la ventaja de que es una de las primeras salidas y disfrutarás de una travesía corta.
Travesía en barco: unos 20 min. Primeras salidas: hacia las 7 h. Último regreso: hacia las 19 h.
Tras unos 45 min* de ruta panorámica a lo largo de la costa, llegarás al puerto de Cavalaire. Veinte minutos más tarde ya estarás en mar abierto, con el cabello al viento y la mirada al horizonte. Ya se dibuja el perfil de Porquerolles: veleros, pinares densos, playas doradas… Cuando hayas desembarcado, podrás ir a recoger las bicicletas reservadas para explorar la isla, como suelen hacer los visitantes. Aquí no hay coches, solo el canto de las cigarras y la fragancia de los pinos. ¡Con el mapa de la isla en mano, empieza la aventura!
*Durante la temporada alta, adapta el tiempo del trayecto debido al tráfico y al aparcamiento.
Atravesarás primero el pueblo de Porquerolles: típicamente provenzal, con su plaza rodeada de plátanos donde ya se han reunido los jugadores de petanca. Al pasar, verás algunos restaurantes, cafés y heladerías ¡un capricho para el regreso!
Dirígete hacia el oeste de la isla, la zona más turística, pero también la más adecuada para el baño. Llegarás a la playa d’Argent, la primera en tu itinerario y la más famosa de la isla: esta franja de arena fina rodeada de aguas transparentes es el lugar perfecto para tu picnic y un buen baño.
A tu ritmo y según lo que te apetezca, recorre los caminos que serpentean entre pinos, eucaliptos y campos de olivos. Un desvío a la punta del Langoustier, el Fort Sainte Agathe, una mirada a la Fundación Carmignac y los viñedos de la Courtade se abren ante ti.
Ahora dirígete al este de la isla, más salvaje, cuya costa está salpicada de calas. Admira este paisaje casi irreal: un Mediterráneo aún preservado, ¡como en un sueño de postal!
Llegarás a la playa de Notre-Dame, elegida un de las más bonitas de Europa. Arena fina, aguas transparentes, pinos que caen hasta el mar… Deja las cosas a la sombra y ¡al agua, patos! Con las gafas y los tubos podrás ver peces y praderas marinas.
Los más pequeños podrán inventar aventuras de piratas mientras tú de deslizas apaciblemente por el agua, mirando al cielo. El agua es suave, el tiempo está suspendido.
Vuelves a montar en la bicicleta para regresar al pueblo, donde podrás detenerte para tomar un helado artesanal o un café en una terraza.
La gran plaza tiene mucho encanto, las buganvilias trepan por los muros y las terrazas vibran con apacibles chácharas. Es agradable descansar mientras esperas el barco.
Es hora de dejar Porquerolles. Tomas de nuevo la lanzadera marítima, un poco salado, un poco arenoso, pero sobre todo maravillado. El barco se desliza sobre el agua y lanzas una última mirada a esta isla típicamente mediterránea. La aventura habrá sido hermosa, sencilla e inolvidable.
De vuelta a Les Tournels, llega el momento de relajarse. Una ducha fría, y después un aperitivo en la terraza. Tapenade, aceitunas, una copa de vino rosado local.
Entre recuerdos compartidos, risas de las anécdotas vividas y fotos radiantes llenas de luz, el descanso llega sereno, con la mente viajando hacia nuevas aventuras.